UNA GUÍA ALTERNATIVA

Esta es mi calle, la calle Del Granero, como podéis ver no es la calle más bonita de la ciudad, es muy estrecha como una especie de pasadizo que sólo ve la luz allí al final, en la plaza del Oeste. Es tan estrecha que no hace falta utilizar prismáticos para espiar a los vecinos, los espías aunque no quieras. Estos calzoncillos que veis a la izquierda están dibujados en la única casa abandonada de la calle. Los gorriones habitan la casa, se introducen entre las tejan viejas con una habilidad asombrosa, nunca he visto que ninguno se estrellara contra el tejado. Como veis no hay aparcamientos por lo que el tráfico es escaso aunque algunos días lo difícil es andar por la acera, ocupada por los coches mal aparcados. Las atracciones de la calle son tres: por un lado, el famoso bar Granero bar de jóvenes y según tengo entendido lugar de encuentro para los seguidores del Atlético, hay gente sufridora en todas las ciudades. La segunda es la tienda de motos que invade en horario laboral la calle de motos y el silencio de ese sonido tan agradable que producen las motos. Y por último nuestra última adquisición el Baden Bar, bar de copas y sala de conciertos mal insonorizada, pero a cambio salpica los tonos grises de la calle con su original fachada. ¡Ah! Y lo gran novedad: nuestras nuevas papeleras, puestas con muy poco cuidado porque lo más nuevo en tendencias urbanas es un “plastón” de cemento.